La lectura es una habilidad mediante la cual, no solo aprendemos y obtenemos información, sino que además fomenta la imaginación y nos transporta en el tiempo y el espacio. Es una actividad placentera y divertida que estimula nuestro cerebro.
Una lesión cerebral puede afectar habilidades tan específicas y complejas como la lectura. La alexia es la pérdida de la capacidad de leer como consecuencia de un daño cerebral. No debe confundirse con la dislexia, la cual es una dificultad en el aprendizaje de la lectura.
Cuando leemos, identificamos los símbolos visuales y asociamos cada letra con su sonido correspondiente. Este proceso nos permite reconocer las palabras siempre y cuando se encuentren almacenadas en nuestra memoria (léxico visual). Una vez que se identifica la palabra, se activa su significado en el sistema semántico (Cuetos, 1998).
Hay variables que determinan el reconocimiento de las palabras en el léxico visual y que influyen en la velocidad de la lectura. Algunas de las más importantes son: la longitud de la palabra (las palabras cortas se leen más de prisa que las largas), la frecuencia (las palabras frecuentes se reconocen con mayor facilidad y rapidez que las infrecuentes), la edad de adquisición (las palabras de adquisición temprana se leen con mayor facilidad que las de adquisición tardía). Otras variables menos determinantes son la vecindad ortográfica (palabras que comparten letras, por ejemplo: algunos vecinos de casa son: caza, cosa, cara, cesa y caso. Entre más vecinos ortográficos tenga una palabra, más difícil será reconocerla) y la categoría gramatical (los sustantivos se leen con mayor rapidez que los verbos).
La lectura puede darse por medio de dos rutas:
1. Lectura fonológicamente mediada. Cuando utilizamos esta ruta, hacemos uso de las conversiones grafema-fonema, es decir, leemos dando el sonido que corresponde a cada letra. Es la forma en la que típicamente se aprende a leer.
2. Lectura global. Al hacer uso de esta ruta, reconocemos la palabra completa, procesando todas las letras de forma paralela.
Cuando el proceso de lectura se ha consolidado, el lector utiliza mayormente la lectura global, ya que es la más rápida y eficiente. La ruta fonológicamente mediada se utiliza ante palabras poco frecuentes o desconocidas para él.
Estos procesos tienen una representación cerebral y como tal, pueden afectarse de forma selectiva (Rapp et al., 2000). En la alexia fonológica se pierde la capacidad de utilizar la ruta fonológicamente mediada. Por tanto, existe dificultad para leer palabras infrecuentes y palabras gramaticales (preposiciones, conjunciones y artículos), ya que éstas tienen poco valor semántico (Ardila y Rosselli, 2007). En contraste, en la alexia superficial, se afecta la lectura global. En estos casos, los pacientes leen deletreando, por lo que la lectura se vuelve muy lenta.
Conocer estos procesos permite identificar de forma clara las habilidades conservadas y afectadas (Rapcsak et al., 2007) lo cual brinda una base para diseñar estrategias de rehabilitación de forma creativa para que el paciente progrese con el mínimo de fracaso o frustración y que en la medida de lo posible, vuelva a ser un lector funcional (González Ortuño y González Lázaro, 2016).
REFERENCIAS:
Ardila, A. y Rosselli, M. (2007) Neuropsicología clínica. México: Manual Moderno.
Cuetos, F. (1998) Evaluación y rehabilitación de las afasias. Madrid: Editorial Médica Panamericana.
González Ortuño, B. y González Lázaro, P. (2016) Rehabilitación de las alexias y las agrafias. En: Revista Neuropsicología, Neuropsiquiatría y Neurociencias, 16 (1), 169-188.
Rapcsak, S. Z., et al. (2007) Do dual route models accurately predict reading and spelling performance in individuals with aquired alexia and agraphia? Neuropsychologia, 45 (11), 2519-2524.
Rapp, B., Folk, J. R. y Tainturier, M. J. (2000) Word Reading. En: B. Rapp (Ed.) The handbook of cognitive neuropsychology. What deficits reveal about the human mind (pp. 233-262). USA: Taylor & Francis.
Escrito por: Paola González Lázaro y Beatriz González Ortuño
Publicado originalmente en: www.neuromexico.org